Soy una chica de mar, necesito el agua salada, el sol, la brisa, la playa, para renovar energías, lavar emociones y beber inspiración para la naciente semana de actividad. Cada finde elijo el domingo para ir a la playa, nadar, caminar, retozar entre las olas (muy importante), algunas veces con amigos, otras egoístamente sola, y admirar el paisaje y descansar la vista a la distancia cuando los ojos se agotan de leer –el bolso de playa esconde al menos tres libros- entre la toalla, el bloqueador solar, las llaves del coche, gafas de sol, el paquete de tabaco, la botella de agua, el móvil… y mi animo por regalarme unas horas de serenidad. El sonido de las olas al romperse en la orilla, sus brillos reflejando el sol, ejercen un mágico efecto sedante a mis tribulaciones, se las lleva Yemanyá, Uraniamaris…
Me he hecho la promesa de regalarme la próxima ocasión un buen momento en moto acuática, acelerar al límite, llegar a tope, cruzar la bahía… solo que esta vez, no iré sola, cualquiera sabe que las emociones que agitan el corazón son mejores cuando estas en compañía…
Espero que en la siguiente entrada, mi cámara digital este conmigo y compartir las imágenes de mis lugares recurrentes, por ahora disfrutemos las que ofrece
Qué precioso domingo de calor, de playa...Aquí está nublado, llueve... Pero tu post me transporta a otra realidad en esta misma tierra. ¡Qué a gustito se está en esa arena cálida de México!
ResponderEliminarEs tan fáil encontrarse bien en el mar...
ResponderEliminarMe encanta.
Un beso.
Hola Martikka:
ResponderEliminarDisfruto mucho los fines de semana, es cuando me siento dueña de mi tiempo y puedo dedicarme a lo que se me ocurra jeje
Desde aquí te mando rayos de sol
y besos.
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ-Ro- Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ
Hola Sakkarah:
ResponderEliminarPues cuando quieras ven a visitarme, que en Acapulco todo el tiempo es verano.
Abrazos marinos.
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ-Ro- Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ