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miércoles, 20 de enero de 2010

El Cuento en el siglo XIX


Aunque las fantasías exóticas elaboradas, a comienzos del siglo XIX a partir de modelos europeos, por el cubano Heredia pueden invocarse como un antecedente, se considera que la primera expresión cuentística que refleja la realidad hispanoamericana de un modo original es "El matadero", escrito por el romántico argentino Esteban Echeverría hacia 1839, y considerado una obra maestra del periodo. La obra permaneció inédita hasta 1871, cuando el crítico Juan María Gutiérrez la publicó en una revista de Buenos Aires; es decir, en una situación literaria y social completamente distinta, lo que permitía apreciar mejor sus valores permanentes. El relato es una síntesis notable de todas las formas narrativas de su tiempo y adelanta algunas de épocas posteriores: el artículo de costumbres, la leyenda romántica, la narración ejemplarizante, el realismo social, el naturalismo, y muchos más detalles. Nadie en ese periodo estuvo a su altura, pese a las esporádicas contribuciones del cubano Juan José Morillas, la argentina Juana Manuel Gorriti y el ecuatoriano Juan Montalvo. En el último tercio del siglo, los relatos con elementos fantásticos del mexicano José María Roa Bárcena y las irónicas tradiciones de Ricardo Palma agregan interesantes variaciones en el crepúsculo del romanticismo. Pero la expresión más original y moderna del cuento finisecular es la que brinda Eduardo Wilde, un autor que pertenece a la llamada generación de 1880 en Argentina, pero literariamente inclasificable por el carácter insólito de su imaginación.

Por el mismo periodo en que ese escritor empezaba a escribir, dos tendencias surgen con gran fuerza en el cuento: el realismo y el naturalismo, ambos de origen francés. El rasgo testimonial y crítico del primero y el determinismo cientifista y el pesimismo ideológico del segundo pueden encontrarse fusionados -a veces con rastros modernistas- en algunos de los grandes cuentistas alineados en estas tendencias: los uruguayos Eduardo Acevedo Díaz y Javier de Viana; los chilenos Federico Gana, Baldomero Lillo y Augusto D’Halmar; y los argentinos Roberto J. Payró y Fray Mocho.




4 comentarios:

  1. No te había dicho nada en la anterior entrega, pero me está gustando mucho esta serie de artículos, me viene de maravilla para hacerme una idea y tomar nota de ciertos autores básicos que es obligatorio conocer.

    Gracias!

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  2. Aversimeentiendo: Gracias, me alegra saber que esta serie de entradas sean útiles.
    Todos los post en este blog están , relacionados con la narrativa en sus distintos géneros, ocupando el CUENTO el lugar principal.
    Te dejo un beso
    Ro

    (Tienes un 'Nick' original, me gusta)

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  3. Ro...

    Menuda lección de literatura estás dando, amiga¡ Te felicito por ello. Muestra tu gran amor por las letras y tu gran espíritu de escritora.

    Besos

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  4. Félix Casanova: me halagan tus palabras, viniendo de ti, un investigador, historiador, ¡con esas entradas de postín en tu blog!

    Gracias te abrazo
    Ro

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Bruja Curandera

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"Aún una vida feliz no es factible sin una medida de oscuridad, y la palabra felicidad perdería su sentido si no estuviera balanceada con la tristeza. Es mucho mejor tomar las cosas como vienen, con paciencia y ecuanimidad"

〜※Carl Jung※〜