La vida: un camino.
Una historia de pequeñas
y grandes renuncias:
Cerrar los ojos, decir adiós;
dejar volar a las palomas;
soltar aquellas manos;
abrir la jaula de los besos;
atar con cintas a los sueños...
Ahogar el grito
y devolver la carta.
Teté Chávez Varela
Sócrates en seis palabras
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Preciosa imagen y bello poema lleno de madurez y sabiduría..Te felicito por ello y te agradezco siempre tus palabras,amiga.
ResponderEliminarMi abrazo inmenso de letras cálidas.
M.Jesús
Muy hermoso y muy cierto...Pero en ocasiones la vida también es saber decir que no a las renuncias, ¿no crees? La clave está en el equilibrio (siempre que las circunstancias lo permitan, of course)
ResponderEliminarUn beso, y buen fin de semana!
Majecarmu: Gracias por tus letras, este poema es de mi querida amiga Teté, compañera de taller de narrativa y campeona de cuento corto, premio José Agustín. Es una mujer admirable, sensible, que además de escribir, pinta y enseña.
ResponderEliminarUna abrazo apretado para ti y para Teté.
Ro
Mercedes: Si, si creo, estoy de acuerdo, el truco esta creo yo, en saber cuando renunciar y cuando no... bueno hay situaciones muy obvias que hay que dejar ir.
ResponderEliminarUn abrazo grande, a reserva de que te lo de en persona espero que pronto.
Ro