Por otra parte, el minicuento constituye un verdadero tratado sobre el valor de lo implícito. Y ya se sabe que el lector aprecia al escritor que dice mucho con poco. A veces hay semejanzas entre la narración ultracorta y la poesía, pero son más las diferencias entre ambas. Es importante no confundir el minicuento con otros géneros breves, como la anécdota, la parábola, la prosa poética o el aforismo.
El microclima
Por breve que sea un relato, su clima siempre es narrativo: nos cuenta algo y a menudo nos deja suspendidos en un hilo. Así lo demuestra el cuento más corto del mundo, de Augusto Monterroso:
"Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí".
Este minicuento encierra la clave de la narratividad al responder a la pregunta tan significativa en el cuento: "¿Saben lo que pasó?".
Por lo tanto, un primer paso para producir minicuentos es hacerse y responder dicha pregunta. Alguien dijo que el minicuento es un telegrama enviado por un charlatán con imaginación.
La estructura
El aforismo es una idea; el minicuento es una historia. La condición imprescindible para construir un microcuento es la siguiente: empezarlo y terminarlo con el mismo sujeto o situación.
Para ejercitarse
Propuesta 1: continuar el siguiente texto pensando previamente quién lo protagonizará: "Estábamos sentadas en el medio del salón cuando Teresa habló..."
Propuesta 2: contar la misma historia pero desde el punto de vista de una persona que estaba en el lugar y le cuenta a otro lo que escuchó.
Carmen Roig
Estoy de acuerdo en todo, pero discrepo en lo del dichoso cuentecito del dinosaurio; lo siento, para mí es sólo una frase (podría ser un final o un principio), pero no un cuento. Qué quieres, los tauro somos testarudos y cuando pensamos de una manera determinada, nos cuesta cambiar de opinión, jajaja!
ResponderEliminarUn microabrazo!
Mercedes: Que te puedo decir... yo soy una "capricornia" y estoy de acuerdo contigo.
ResponderEliminarSi todos dicen que es un cuento... ha de ser como el traje invisible del emperador ¿qué no lo puedes ver?