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La Mujer Salvaje



La mujer salvaje representa la esencia femenina instintiva, ya que dentro de toda mujer, alienta una vida secreta, una fuerza poderosa llena de buenos instintos, de creatividad apasionada y de sabiduría eterna.
A menudo los constantes esfuerzos de la sociedad por "civilizar" a las mujeres y constreñirlas a unos roles rígidos las han dejado sordas a los dones que albergan en su interior.
Pinkola Estés ha creado una psicología femenina en su sentido más verdadero: el que lleva al conocimiento del alma.
La psicología tradicional se agota demasiado pronto cuando se trata de analizar a la mujer creativa, talentosa, y profunda. La psicología tradicional se muestra a menudo silenciosa a propósito de las cuestiones más profundas e importantes para las mujeres: lo intuitivo, lo sexual y lo cíclico.

Cualquiera que sea la cultura que haya influido en una mujer, ésta comprende intuitivamente las palabras "mujer" y "salvaje".

Cuando las mujeres oyen esas palabras, despierta y renace en ellas un recuerdo antiquísimo. En lo más hondo de nuestro ser la conocemos, (...) sabemos que nos pertenece y que nosotras le pertenecemos.

Si las mujeres han perdido (esa esencia femenina), cuando la vuelven a encontrar, pugnarán por conservarla para siempre. Una vez que la hayan recuperado, lucharán con todas sus fuerzas para conservarla, pues con ella:
* florece su vida creativa
* Sus relaciones adquieren significado, profundidad y salud
* Sus ciclos sexuales, creativos, laborales y lúdicos se restablecen.

Y en consecuencia ya no son el blanco de las depredaciones de los demás, y tienen el mismo derecho a crecer y prosperar según las leyes de la naturaleza.

EL CAMINO PARA SER MUJER SALVAJE
El camino conduce a las mujeres hacia el conocimiento cada vez más profundo de sí mismas: las edades de las mujeres, la manera de actuar de la mujer, su sabiduría y su fuego creador.

Las mujeres salvajes, saben instintivamente cuando tienen que morir las cosas y cuando tienen que vivir; saben cómo alejarse y cómo quedarse.

La palabra "salvaje" se utiliza en su sentido original que significa VIVIR UNA EXISTENCIA NATURAL: en la que se posee una integridad innata y unos límites saludables.

Las palabras "mujer" y "salvaje" hacen que las mujeres recuerden quiénes son y qué es lo que se proponen. Personifica la fuerza que sostiene a todas las mujeres.
Cuando una mujer ha recobrado su naturaleza sabia o inteligente, es al mismo tiempo amiga y madre de todas las que se han extraviado, de todas las que necesitan aprender, de todas las que tienen un enigma que resolver, de todas las que andan vagando y buscando.

Desde las antiguas tradiciones, la Mujer Salvaje, es el alma femenina:
* Es todo lo que pertenece al instinto.
* Es la intuición.
* Es la que sabe escuchar.
* Es el corazón leal.
* Es un conjunto de ideas, sentimientos, impulsos y recuerdos.
* Es la protesta a voces contra la injusticia.
* Es todas las cosas que nos inducen a seguir adelante, cuando pensamos que estamos acabados.

De entrada las puertas que conducen al mundo del YO salvaje son pocas pero valiosas.
Si tienes una profunda herida, eso es una puerta.
Si tienes un cuento muy antiguo, eso es una puerta.
Si amas el cielo y el agua hasta el extremo de casi no poder resistirlo, eso es una puerta.
Si ansías una vida más profunda, colmada y sensata, eso es una puerta.

La naturaleza salvaje, no exige de una mujer que sea de un determinado color, tenga una determinada educación y un determinado estilo de vida o pertenezca a una determinada clase económica. De hecho, no puede desarrollarse en una atmósfera de obligada corrección política ni puede ser doblada para que encaje en unos moldes. Se desarrolla con la mirada pura y la honradez personal. Se desarrolla con su propia manera de ser. Para encontrar esa esencia femenina, las mujeres deben regresar a sus vidas instintivas, a sus más profundos conocimientos. El desarrollo de una relación con la naturaleza salvaje forma parte esencial de la individuación de las mujeres.

Las facultades instintivas de la mujer son:
. La perspicacia
. La intuición.
. La resistencia.
. La capacidad de amar con tenacidad.
. La aguda percepción.
. La previsión.
. La agudeza auditiva.

LOS ENEMIGOS DE LA MUJER SALVAJE: “LOS DEPREDADORES”
Ellos ansían la superioridad y el poder sobre los demás. Tienen una especie de inflación psicológica por la que el ente pretende ser tan grande (...) que deseen controlar las misteriosas fuerzas de la naturaleza, incluyendo los sistemas de la vida y de la muerte.

La consecuencia del intento de un ser de quebrantar, doblar o alterar las normas de la naturaleza humana se castiga con una merma de sus facultades.

Todas las criaturas tienen que aprender que existen depredadores. Y aunque nos compadezcamos de ellos, lo primero que tenemos que hacer es reconocerlos, y protegernos de su devastadora actuación.

Comprender al depredador significa convertirse en un ser maduro que no es vulnerable por ingenuidad, inexperiencia o imprudencia.

LAS MUJERES INGENUAS COMO PRESA
Al comienzo de la vida de una mujer, su comprensión emocional de lo oculto es muy débil y por ello su punto de vista femenino es muy ingenuo.

Pero ahí es donde todas empezamos: somos ingenuas y nos empeñamos en colocarnos en situaciones muy confusas. Ignoramos quién es el depredador y quién no.
Las enseñanzas iniciales a "ser amables" induce a las mujeres a pasar por alto sus intuiciones. En este sentido, se las enseña deliberadamente a someterse al depredador.
Se es ingenua en el caso de muchachas muy jóvenes o de mujeres que no han sido mimadas.

La mujer que no presta atención a su instinto de advertencia es porque todavía está demasiado identificada con la ingenuidad. Una mujer ingenua se equivoca una y otra vez en la elección de su pareja. En algún lugar de su mente ella sabe lo que tendría que hacer, que esa pauta es inútil, que tendría que abandonarla. Pero una especie de hipnosis la induce a seguir la pauta destructiva.

Cualquiera que sea el dilema en el que se encuentre atrapada una mujer las voces de lo más hondo de la mente le susurran las verdades que tal vez no desea oír, pues destruyen su fantasía del "Paraíso Encontrado". Muchas mujeres se casan cuando todavía son ingenuas y eligen a alguien que destruye sus vidas, pues creen que podrán "curar" a aquella persona con su amor. Con el tiempo, la mujer que se ha dejado atrapar de esta manera se dará cuenta de que sus esperanzas de una vida digna para ella y sus hijos son cada vez más escasas.

Mientras se obligue a la mujer a creer que está desvalida y se la adiestra a no percibir conscientemente lo que ella sabe que es cierto, las dotes y los impulsos femeninos seguirán siendo exterminados. Cuando el espíritu juvenil se casa con el depredador, la mujer es apresada o reprimida en una época de su vida inicialmente destinada al desarrollo. En lugar de vivir libremente, la mujer empieza a vivir de una manera falsa.

Existe un medio para salir de todo eso, pero hay que tener la llave: la llave del conocimiento.

La mujer ingenua accede tácitamente a "no saber".

La mujer ingenua o lastimada se deja arrastrar fácilmente por las promesas de comodidad, de alegre diversión o de distintos placeres, tanto si son promesas de una posición más elevada (...) como si son promesas de mayor seguridad, amor eterno, arriesgadas aventuras, o sexo desenfrenado.

LA LLAVE DEL CONOCIMIENTO
La llave del conocimiento es la naturaleza instintiva, es la innata curiosidad que la ayudará a descubrir más allá de lo evidente. Sin ese conocimiento la mujer carece de la debida protección.

Formular la pregunta apropiada constituye la acción central de la transformación. La pregunta debidamente formulada siempre emana de una curiosidad esencial acerca de lo que hay detrás. La pregunta clave da lugar al desarrollo de la conciencia.

Las preguntas no se pueden ocultar ni olvidar. Se tienen que formular. Se tienen que responder.
La mujer valiente no teme investigar lo peor de su psique. Una mujer valiente y juiciosa utilizará las percepciones y oportunidades de examinar de nuevo la propia vida y el propio yo.


LA DESTRUCCIÓN DEL DEPREDADOR
Destruimos al depredador conservando nuestras intuiciones y nuestros instintos y oponiendo resistencia a sus seducciones. Si hiciéramos una lista de todas las pérdidas que hemos sufrido hasta este momento de nuestras vidas, recordando las veces que sufrimos decepciones y fuimos impotentes contra el sufrimiento.

Destruimos los ataques del depredador, tomándonos en serio y trabajando con lo que hay de cierto en lo que dice el depredador y descartando lo demás. Si nos negamos a prestar atención al depredador, éste se queda sin fuerzas y no puede actuar sin nuestra colaboración.

Extraer la energía del depredador y convertirla en algo útil se puede entender de las siguientes maneras:

*la furia del depredador se puede transformar en un fuego espiritual capaz de llevar a cabo una gran tarea mundial.
*la habilidad del depredador se puede utilizar para inspeccionar y comprender cosas desde lejos.
* la naturaleza asesina del depredador para matar lo que conviene que muera en la vida de una mujer o lo que conviene que muera de su vida exterior.

Entonces la mujer es libre de buscar las verdaderas respuestas a sus mas profundas y oscuras preguntas.
Adquiere la capacidad de formular cualquier tipo de pregunta acerca de la propia persona, la propia familia, las propias actividades y la vida circundante.

Entonces es libre de los poderes de lo que la ha atacado y de transformar estos poderes, que antes se habían utilizado contra ella, en su propio beneficio. Eso es la mujer salvaje.

LA CULTURA OPRESIVA
El proceso destructor se intensifica cuando la cultura que rodea a una mujer fomenta, alimenta y protege las actitudes destructivas contra la naturaleza instintiva y espiritual más profunda. De este modo, estos valores culturales destructivos se va fortaleciendo en el interior de la psique colectiva de todos sus miembros. Cuando una sociedad exhorta a la gente a desconfiar y huir de la profunda vida instintiva, se refuerza e intensifica un elemento auto depredador en cada psique individual.

Sin embargo, hasta en una cultura opresiva, cualesquiera que sean las mujeres en las que su esencia (de mujer salvaje) siga viviendo, prosperando e incluso resplandeciendo se harán las preguntas clave, no sólo las que consideramos útiles para conocernos mejor sino también las que se refieren a nuestra cultura.

Abrazar el mundo y comportarse con él de una manera sentimental y fortalecedora del sentimiento es una poderosa manifestación del espíritu salvaje. Aunque una mujer sufra una lesión si es atrapada y/o inducida a engaño a seguir siendo ingenua y sumisa, aún le queda la energía suficiente para vencer, ya que se ha mantenido en contacto con su profunda naturaleza instintiva salvaje.

Cuando la naturaleza instintiva de una mujer es fuerte, ésta identifica intuitivamente al depredador innato a través del olfato, la vista y el oído , se anticipa a su presencia , lo oye acercarse y adopta medidas para rechazarlo. Una mujer cuyo instinto ha sido lesionado, sobre todo por culpa de introyecciones que la exhortan a ser amable , a comportarse bien y, especialmente , a mostrarse ciega ante los abusos de que está siendo objeto.

A primera vista es difícil establecer la diferencia entre las mujeres que son jóvenes y, por consiguiente, ingenuas, y las mujeres cuyo instinto ha sido dañado. La cura, tanto para la mujer ingenua como para aquella cuyo instinto ha sido lesionado, es la misma:
* practicar la escucha de la propia intuición.
* escuchar la propia voz interior.
* hacer preguntas.
* sentir curiosidad.
* ver lo que se tenga que ver.
* oír lo que se tenga que oír.
* y actuar después, de acuerdo, con aquello que una sabe que es verdad.

Si conseguimos sacar esta capacidad de las sombras de la psique, ya no seremos unas simples víctimas de las circunstancias internas o externas. Esa esencia de mujer salvaje, enseña a las mujeres a no ser "amables" cuando tengan que proteger sus vidas emocionales. Cuando la vida emocional está amenazada, el hecho de trazar en serio una línea de contención es no sólo aceptable sino también preceptivo. Cuando la mujer así lo hace, su vida ya no puede sufrir intromisiones durante mucho tiempo, pues ella se da cuenta inmediatamente de lo que ocurre. Ya no es ingenua. Ya no es un blanco ni un objetivo.

A veces una mujer se siente acosada por las mezquinas exigencias de su psique que la exhortan a acceder a cualquier cosa que deseen los demás. Pero el cumplimiento de las exigencias ajenas da lugar a una terrible comprensión de la que todas las mujeres tienen que tomar nota. La comprensión del hecho de que ser nosotras mismas hace que muchos nos destierren y de que el hecho de acceder a las exigencias de los demás hace que nos desterremos de nosotras mismas. La tensión es un tormento y se tiene que resistir, pero la elección está muy clara.

En los cuentos de hadas, el papel del forastero o del proscrito suele estar representado por el personaje que está más profundamente relacionado con la naturaleza sabia.

Para poder ver algo necesitamos intuición y fuerza para resistir lo que vemos. Es posible que tratemos de ser amables en lugar de ser astutas. Es posible que nos hayan enseñado a apartar a un lado la aguda perspicacia para poder llevarnos bien con la gente. Sin embargo, la recompensa que recibimos a cambio de ser amables en circunstancias opresivas consiste en una intensificación de los malos tratos.
Las mujeres que se han criado en familias que no aceptan sus cualidades se lanzan una y otra vez al cumplimiento de impresionantes hazañas...sin saber por qué. Llevan a cabo toda suerte de arriesgadas y costosas proezas que les ocupan mucho tiempo para demostrar su valía a su familia ¿Ahora me aceptáis?

Tal como ocurre con el conflicto entre el hecho de someterse a los deseos de los demás y el de ser una misma, esta presión conduce a un buen final. La mujer ha de distinguir lo que es bueno para ella y lo que no. No podrá desarrollarse mientras siga siendo la criada de todo el mundo. Las mujeres que tratan de ocultar sus más profundos sentimientos se están matando.


LA MEJOR ELECCIÓN
La intuición percibe el camino que hay que seguir para poder sacar el mayor provecho posible de una situación. Tiene instinto de conservación, capta los motivos y la intención subyacente y opta por aquello que causará la menor fragmentación posible en la psique. Alimentamos el profundo yo intuitivo prestándole atención y siguiendo sus consejos.

La exagerada amabilidad y ese afán de acomodarse a los deseos de los demás suelen producirse cuando las mujeres temen desesperadamente ser privadas de sus derechos o ser consideradas innecesarias. Para que los hombres puedan comprender a las mujeres, éstas les tendrán que enseñar las configuraciones del femenino salvaje. La mujer sabia mantiene ordenado su ambiente psíquico. Y lo hace conservando la cabeza clara, conservando un espacio libre para su trabajo, y esforzándose para llevar a feliz término sus ideas y proyectos.

A muchas mujeres dicha tarea les exige que cada día dejen libre un espacio para la meditación, un espacio para vivir que sea indiscutiblemente suyo.

Una mujer tiene que estar dispuesta a arder, arder al rojo vivo, a arder con pasión, a arder con palabras, con ideas, con deseo de cualquier cosa que ella aprecie sinceramente.
La mujer debe aprender los propios ciclos femeninos, de tal manera que ha de:
* purificar los propios pensamientos y renovar regularmente los propios valores.
* eliminar las trivialidades que ocupan la psique, limpiar los propios pensamientos y estados emocionales.
* potenciar la vida creativa.

Las tareas psíquicas que debe hacer una mujer, para recobrar su naturaleza salvaje, son dos:
- Aprender a separar una cosa de la otra, con el mejor criterio posible, establecer sutiles distinciones de juicio, y observar el poder del inconsciente.
- Aprender algo más acerca de la vida y de la muerte. Tener la capacidad para infundir energía y fortalecer la vida, y también para apartarse del camino de lo que se muere.

La falta de intuición y de sensibilidad ante los ciclos femeninos o el hecho de no seguir los consejos de la propia sabiduría da lugar a unas decisiones desacertadas e incluso desastrosas. Si la mujer está rodeada de personas que ponen los ojos en blanco y levantan despectivamente la mirada al techo cuando ella entra en la estancia, dice algo, hace algo o reacciona a algo, no cabe duda que se encuentra en compañía de personas que apagan las pasiones, las de la mujer y probablemente también las suyas propias.. Estas personas no sienten interés por ella, ni por su trabajo ni por su vida.

La mujer tiene que elegir con prudencia tanto a los amantes como a los amigos, pues tanto los unos como los otros pueden convertirse en perversos. Un amante puede crear y/o destruir hasta nuestras conexiones más duraderas con nuestros ciclos e ideas. Hay que evitar al amante destructivo. Un amante y unos amigos que presten su apoyo a la criatura que hay en ella, son las personas que le convienen a la mujer, pues serán sus amigos del alma para toda la vida. La esmerada elección de amigos y de amantes es esencial para conservar la conciencia, la intuición y la ardiente luz que ve y sabe.

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Bruja Curandera

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"Aún una vida feliz no es factible sin una medida de oscuridad, y la palabra felicidad perdería su sentido si no estuviera balanceada con la tristeza. Es mucho mejor tomar las cosas como vienen, con paciencia y ecuanimidad"

〜※Carl Jung※〜